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Análisis

Paula Walker: "Estamos llenos de candidatas y candidatos presidenciales que no logran captar el interés"

Paula Walker: "Estamos llenos de candidatas y candidatos presidenciales que no logran captar el interés"

La ex jefa de la Secom, en el gobierno de Michelle Bachelet 1, desde su posición como socia de Origen Consultores, analiza la crisis por la que atraviesa el gobierno y la oposición. “El triunfo del retiro del 10% es fiel al modelo político económico que empujamos como país. ‘Como son mis fondos me los llevo’”, dice.

Por: Por Paula Walker | Publicado: Domingo 2 de mayo de 2021 a las 04:00
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Hay un chiste "gallego" que me encanta: va un gallego manejando por la costanera, enciende la radio y escucha al locutor que dice: "a quienes manejan a esta hora por la costanera, tengan cuidado, un auto se desplaza contra el tránsito". El gallego escucha y dice: “¡pero hombre! No es uno, ¡son miles de autos!”.

Buena parte de la clase política en Chile, de nuestros líderes y lideresas, tienen algo del gallego. Enamorados de la oferta política que tienen, sus creencias e ideologías, poco o nada han escuchado a las personas y, al igual que el chiste, se asombran de que son los únicos que viajan en la dirección contraria.

Como la mayoría de las veces están laboriosamente escuchándose entre ellos, durante años desoyeron lo que le sucedía a las personas. Las elecciones eran como una ceremonia llamada “la fiesta de la democracia”, donde volvían a escucharse, hacían algunos ajustes en su idea de lo que era mejor para el resto, gobernaban para la ciudadanía (pero de espaldas a la gente), hasta una nueva elección. Fue así que llegamos a las revueltas sociales de octubre de 2019.

El pánico se apoderó del gobierno primero y luego de buena parte de la clase política. En una noche se pusieron de acuerdo para reformar la Constitución del 80. Ese cambio se intentó hacer durante 20 años, y se terminó despachando en unas horas.

Desde entonces, duros días viven la política y el gobierno. Los acontecimientos extraordinarios de los últimos 16 meses lo precipitaron todo. Le ha costado mucho al presidente y sus colaboradores comprender lo que pasa, porque no se lo imaginaron. Vivían más preocupados de mantener los índices macroeconómicos que de aumentar las cargas familiares para los hogares que más lo necesitaban. Hoy los trabajadores que menos ganan reciben $13.401 por cada hijo o hija, y hace 10 años se les pagaba $7.170 pesos. ¿Es digno que en una década el aumento sea de menos de mil pesos por año?

El triunfo de la idea del retiro del 10% de los ahorros individuales es fiel al modelo político económico que empujamos como país. "Como son mis fondos me los llevo". "Como nadie me ayuda, me ayudo solo". Y como la vida corre más rápido que la política, sin el estallido social, sin la pandemia y sin el historial de pensiones miserables que han truncado la vejez de miles frente a la mirada de esos nietos testigos de la pobreza de sus abuelos y abuelas, no hubiera habido retiro del 10%. Ha sido la porfía del gobierno y la tozudez ideológica de los defensores del otrora modelo, lo que inició el derrumbe del sistema de las AFP, creado por el hermano del presidente.

En estos días, la oposición ha anunciado el fin del gobierno de Piñera, simbólicamente hablando. Habría que agregar el fin también de una manera de hacer política que es transversal, donde mirarse el ombligo es lo más importante. Estamos llenos de candidatas y candidatos presidenciales que no logran captar el interés y la adhesión de las personas, mientras una enorme mayoría declara no tener clara su opción. Sigue ganando la indecisión y el vitrineo.

La pandemia no solo nos mostró todo lo que estaba escondido bajo la alfombra respecto de las desigualdades en Chile, sino que instaló el futuro en el presente. La tan anunciada "cuarta revolución" o "era digital", se nos vino encima y nos demandará cambiar el paradigma. Deberemos aprender nuevas formas de relacionarnos, de trabajar, de estudiar, de convivir con quienes nos rodean. Y obviamente de liderar.

¿Cómo hacer eso en Chile, un país con una cultura empujada hacia el individualismo, machista, privatizadora, llena de distinciones para demostrar que una persona pertenece a un lugar y no a otro? Somos un país cuya movilidad social se hace a punta de créditos privados (CAE) para formarse en la universidad, y luego pagar hasta 3 ó 4 veces el valor de la carrera. Donde las y los viejos deben trabajar después de que se jubilan porque no alcanza para vivir.

El modelo chileno, instalado hace 40 años como respuesta a la crisis económica de los 80, fue el que se quebró en octubre de 2019, develando el costo que pagó Chile para lograr nuestro milagro económico. Esos valores propios del neoliberalismo que adoptamos (la verticalidad, el individualismo, la desconfianza en el otro, la competencia para llegar primero, vivir y trabajar solo entre iguales, la renuncia a la diversidad) son la carga con la que entramos a esta era digital que tiene una mirada opuesta: de colaboración, de redes, de construcción de soluciones colectivas (y no de imposición), de solidaridad para avanzar.

El proceso constituyente, nacido de la rabia social, será una oportunidad para encontrar a todos los mundos que habitan Chile y ponerlos a conversar, atravesado por la paridad de género, una condición imprescindible de este nuevo tiempo. Y la política deberá hacer un esfuerzo por estar a la altura de las circunstancias. No hay que levantarse de la mesa hasta llegar a acuerdos, por imposibles que parezcan, en beneficio del nuevo país que está naciendo.

J. J. Jinks: The Fixer

Con su modo pulcro y atildado, el ministro de Justicia Luis Cordero se ha convertido en el llamado a arreglar las metidas de pata de sus pares en el gabinete y también las de su jefe. Su debut fue con los indultos presidenciales de diciembre (pareciera que fue hace un siglo).

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